ahora apaga la luz

quédate a oscuras solo escuchando lo que dice tu cuerpo, los anhelos más prohibidos, los pensamientos más ilusos, las creencias acalladas por el pasar de la edad. Que se abran paso cada silencio, cada ente ficticio que te complementa . . . ahora dime, ¿qué ves? . . . bienvenidos a un mundo de ilusiones.

lunes, 2 de agosto de 2010

the end

Va pasando la tormenta, tengo un nudo en la garganta, y sentimientos confusos, llenos, grices, anciados y desvanecidos. Vas y vienes como si no fuera gran cosa, como quien nace y muere en un manantial de almas. Vas como si nada, y yo sigo aguardando. Esto no es bueno, trataré de no convertirme en martir, y no convenserme de que en algún momento fuiste mi verdugo.
Si pausara el instante en que te quedaste grabado en mis sesos, seguramente podría expulsarlo y avanzar sin cadenas, ni estupidos lamentos. Pero es dificl, saber si son tus ojos los que no me permiten dejarte atrás, o es ese juego infantil que me pinta de colores cada vez que hablamos. Puede que sean tus matices o tu sinceridad, o esa forma en que logras esquivar todas mis señales.
Lo que sea que hiciste, me ha dejando mirando nuves y soñando un paraíso que no parecía tan lejano y aunque lamente admitirlo, tal vez hubiera sido mejor jamás conocerlo, proque sin espejismos tal vez no hay esperanza pero al menos se conce el destino. Creo que es mejor dejarte ir, y tal vez loge volver a sentir por ti solo cariño fraternal otra vez, tal vez solo es el fin de este cuento.

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