No esperabas por mi.

Salgo a recorrer, respirando hondo, corazón agitado, la humedad impregnándose en mi cuerpo, Salgo en búsqueda de alguna pista. Es que el camino de pronto es borroso, no entiendo la meta, ni el recorrido. Mis movimientos se comienzan a articular, hay cabida para cada hueso en su respectivo movimiento, cada músculo tira o afloja y la piel mantiene el ritmo de cada vaso, que colorea uno a uno los rincones solitarios que solo me pertenecen a mi. Los líquidos fluyendo, los sentidos a su máximo. El movimiento se hace presente, el sentimiento...sublime, como un relámpago recorriendo, abro los ojos. -Me tenías de la mano- pienso y luego te busco. Los sonidos, cada vello alzándose al cielo, el peso del cuerpo en cada paso, la fuerza como fuego emergiendo de quien sabe donde, -¿dónde estás?- digo en medio de mi agitado palpitar, la marea recorriendo mis poros, cada uno de ellos llamando tu nombre. De pronto ya no soy de carne y hueso, de pronto el polvo que se levanta va circulando a mi alrededor; de pronto el cansancio no se siente más y mis pisadas, mi respiración ya no se oyen, de pronto esa opresión en el pecho se desata, y mis ojos al fin logran tener claridad -no esperabas por mi- en vacío el alma el corazón y el cariño. cual péndulo ronde de lado a lado en plena inercia. Florece el horizonte pero no es mio, se alzan las gaviotas pero no quiero, fulguroso el cielo pero me pesa, -yo esperaba por ti-.

- Recojan ese bulto!!- escuche gritar.