Soltaré todos los escudos
¿estaré jugando con fuego?
Dejaré atrás mis armaduras
¿será demaciado tarde?
Empiezo a enmarcarme en un cielo estrellado
y aunque atemoriza su resplandor
aunque me atormente la aparente oscuridad
ya no puedo dar marcha atrás.
Si aguardo un segundo más,
dejo pasar mis sueños.
Si avanzo sin fijarme,
volveré a caer.
¿Es acaso un asertijo o es simplemente la realidad?
ya no hay tiempo para pensar
y ya no basta imaginar.
Elijo la realidad.
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